Modelos e información interesante APELACION – NULIDAD – REPOSICION

Todos coincidimos que «el conocimiento es poder» y como tal es un bien preciado, pero aún más para quienes buscamos hacer de nuestra pasión, un medio de vida el día de mañana, y teniendo en cuenta las dificultades que se presentan durante el estudio de la profesión al buscar modelos u otra información sobre temas puntuales y vitales de la práctica jurídica he decidido compartir algo de lo visto e investigado durante mis practicas profesionales a fin de que le sea útil tanto al estudiante como al recién recibido.

Enlaces:

https://drive.google.com/folderview?id=0B_h20rdYS5C9bDk1dG45VDJyMVU&usp=sharing 

https://drive.google.com/folderview?id=0B_h20rdYS5C9UURWdVI5dnU0eDA&usp=sharing 

Vallado a la cordura

Estas últimas semanas se han perpetrado en la Ciudad de Córdoba terribles abusos a los derechos constitucionales de los vecinos. ¿Por qué esto? Se están llevando adelante, el último unos días atrás, procedimientos de «prevención» consistentes en aprehender a supuestos delincuentes e infractores al código de faltas y colocarlos entre vallas al aire libre. Es decir, una suerte de corral público de mal vivientes.

Nota del Diario «cba 24n» 05 de Junio: http://www.cba24n.com.ar/content/operativo-humillacion-exhiben-detenidos-por-mas-de-5-horas

Durante estas medidas policiales los vecinos pueden pasar y ver, cual pena bárbaro-medieval, a los «indeseables» de la sociedad en una exhibición de supuesta represión eficaz pero sin atenerse a lo que queda, lo duro, aquello que se afirma en el inconsciente de quienes viven en la cotidianidad con estos aprehendidos ya sea en su trabajo u hogar.

¿Estos ahora que dirán? Dirán que son criminales, porque están allí sentados y no fuera de la valla como ellos, dirán así también que está bien, que por algo lo tienen merecido, o dirán que no, que son inocentes hasta que se demuestre lo contrario y que estas prácticas son abusivas. Sea cual fuere, la idea está y la distancia entre las personas se acrecienta sólo que esta vez sin un fundamento jurídico razonable, sin un hecho típico anti jurídico y culpable probado en un debido proceso e imputable a determinada persona, este es un claro ejemplo de la denominada «estigmatización».

La ONU nos acerca una noción cuando trata «La estigmatización en la realización de los derechos al agua y al saneamiento».

«El estigma, como un fenómeno sociocultural profundamente arraigado, es el origen de muchas violaciones de los derechos humanos y la causa de que grupos enteros de población resulten desfavorecidos. El estigma en términos generales se entiende como un proceso de deshumanización, descrédito y menosprecio de las personas pertenecientes a ciertos grupos, fundado a menudo en un sentimiento de disgusto. El estigma se asocia a un atributo, calidad o identidad que se considera «inferior» o «anormal» y se basa en una brecha socialmente construida entre «nosotros» y «ellos». 

Fuente: http://www.ohchr.org/SP/Issues/WaterAndSanitation/SRWater/Pages/Stigmatization.aspx

¿Resultados? Del relevamiento realizado se constata: en 41 personas acorraladas 12 fueron por delitos, las otras 29 por supuestas infracciones al código de faltas, cuerpo discutido por la sociedad civil.

¿El trasfondo? Existe hoy en día en Córdoba un aumento en la actividad policial, principalmente en los suburbios de la ciudad, contra jóvenes y vecinos en situación de riesgo por su aparente potencialidad criminal, su «preventiva». El tema no es para mirar a un costado, la violación a los derechos fundamentales de la ciudadanía está al descubierto y su resultado a largo plazo pueden ser lamentables, su anticonstitucionalidad reside en ser disonantes con los Arts. 14 y 18 de nuestra Constitución Nacional donde garantiza la misma a los habitantes de la Nación el derecho de tránsito y el de debido proceso, entre otros.

Art. 14: «Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; … de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; …»

Art. 18: «Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. …»

Conclusión

La CN garantiza a los habitantes de nuestro país el derecho de transportar su persona y afectos con total libertad por el territorio de la misma. ¿Qué sucede en este caso? Al ser parte de un procedimiento policial existe un conflicto de derechos entre la presunción de inocencia y consecuente libertad y el interés público de apagar el clamor social ante un hecho delictivo, pero sin hecho delictivo investigado en un debido proceso o en flagrancia detener habitantes sin una sustancial causa por el hecho de «prevenir» es un abuso por parte del Ejecutivo Provincial.

Asimismo, nuestra Ley Fundamental hace constar el principio de debido proceso, esto significa que para ser perseguido y posteriormente sancionado deben cumplirse determinados pasos establecidos previamente por la normativa correspondiente. Ahora bien, trayendo a colación lo que nos compete esta práctica policial viola el antedicho artículo al llevar adelante procedimientos infamantes que no constan en la normativa, es más la contradicen y así también a la razón al colocar en encierro, por más que fuere temporal y abierto ya que tendremos en cuenta que están privados de su libre disposición y transito, a quienes no tienen iniciada causa alguna o flagrancia delictiva que le sirva de sustento y por lo tanto estamos frente a un adelanto de pena, no ante una medida de seguridad.

Casualmente el mayor numero de perjudicados por estas practicas se encuentran en los estratos marginados o de riesgo y estos difícilmente tienen posibilidades de acceder a una defensa, no estamos hablando de aquellos que hacen de la practica criminal su vida diaria sino vecinos comunes como usted o yo. ¿Qué sucedería si fuere usted víctima de estas prácticas abusivas? Si fuere usted quién se encuentre tras las vallas siendo inocente y a nadie le importare, o peor, se creyere que por alguna causa lo tiene merecido y por esto la policía está habilitada para exponerlo frente a la comunidad como un criminal. Sería estigmatizado y de a poco excluido de la misma, hogar, el barrio, un comercio, el trabajo y hasta sus afectos; el resultado sería la marginación, desprecio a la autoridad estatal y posterior descrédito de las instituciones en un círculo vicioso que se retroalimenta de la misma bronca y odio generado por quienes nos tendría que proteger y servir.

Por lo expuesto, creo firmemente, es importante entender la mecánica de las instituciones y quienes las llevan adelante; sus políticas para encarar la problemática social actual y los intereses ocultos. Pero, sobretodo, no bajar los brazos en la lucha por los derechos de la ciudadanía: la primera batalla a librar está día a día en la comunidad, contra la desidia, el desinterés por el otro y la autoexclusión. No miremos hacia un costado, ni nos dejemos llevar por prejuicios infundados ya que tenemos al frente otro ser humano: una persona con derechos y afectos que merece ser respetada más allá de lo que se le acuse o demuestre en posterior juicio.

Veintitrés por primera vez

Al pasar un lapso de tiempo, por más que sea corto, creo, uno genera cierto anhelo de verse hacia atrás en algún punto recordado, un «checkpoint» para ser mas preciso, backup mental de quienes eramos. Ahí estoy sentado en el escritorio de casa, la luz tenue de una bombilla de calor, hoy prohibida por la legislación argentina, baña hojas pintadas en resaltador: son mis apuntes de la facultad, Introducción al Derecho.

Acababa de ingresar a la Universidad y la carrera elegida era Abogacía, o como yo siempre preferí llamarla: Derecho; estaba en el primero año y era la primera vez que me sentaba apremiado a leer algunos puntos olvidados de repasar del programa, práctica que meses más adelante se volvería viral hasta el punto de decidir combatirla a sangre y fuego. En ese tiempo recuerdo mi ser era gobernado por los nervios y la ansiedad, un verdadero cocktail explosivo para la razón y la cabellera, pero aquel instante no era así, estábamos recuerdo Joaquín y Yo.

Joaquín había egresado meses atrás dejando algunas obligaciones a rendir, fue un año verdaderamente movido para él, más allá de un mundo nuevo con caras nuevas y hábitos nuevos, desconocidos; arrastraba una mochila bastante cargada de Ciencias Exactas igual no le presentó un impedimento para continuar su camino, o eso decía en carácter de superado.

Esa noche, en mi mente tenía a Kelsen y él a la Morsa, eterno profesor de Análisis Matemático en la Casa de Duarte, no nos peleamos, sabía cada quién que debía hacer: sus manos ejercicios y mi mente memoria. Pasamos algunos minutos sin siquiera prestarnos atención, era muy importante tomar las riendas de la situación y hacer cada quién lo suyo, hasta que mirándome entendí que era importante estar de acuerdo con cuál iba a ser nuestro futuro; que iba a ser de nosotros en este mundo? Jugarnos el todo por el todo, ir «all in» a la potencialidad de ser o quedar a mitad de camino en un slot cómodo, seguro, útil. No iba a ser una discusión difícil, nos conocíamos de hace unos dieciocho años, yo quería todo y él también; decidimos jugarnos y aquí estamos.

Sin embargo, lo más importante de aquella noche fue un papelito que escribimos, un precario contrato, mas bien una ficción producto de la lucidez plena de nuestro ser, algo que sabíamos iba a perdurar porque no era un simple acuerdo; fue la expresión pura de mi voluntad y soporte de nuestra eterna alianza. Este contrato rezaba:

«Proyecto de vida

Mi proyecto de vida esta regido bajo un ideal, aquel que los Griegos respetaban tanto,»hacer mucho y morir joven»; no significa que deseo tener una vida corta, sino más bien una vida agitada al comienzo y tranquila al final. La carrera diplomática me atrae mucho y más aún el conocer lugares nuevos y culturas diferentes, por eso debo estudiar «abogacía» aunque no seamos muy buenos amigos. Pienso poder tener una buena carrera y terminar rápido para centrarme en lo que realmente me gusta.   Llegando ya a la madurez de mi vida quiero enamorarme y casarme , tener muchos hijos a los que educar y querer, verlos crecer creo que sería una delas satisfacciones más grandes.»

Texto Original.
Texto Original.

Reconocer que sigo pensando igual sería un error, los años han sembrado nuevos objetivos que escapan a las pocas palabras de aquel «papelito» pero sin lugar a dudas sé que existe un lugar donde recargar mis pensamientos. Esto es todo lo que tengo y es todo lo que soy: Potencialidad.